¿Cuándo pedir una ampliación de la hipoteca?

Tras la crisis inmobiliaria sufrida en nuestro país, la ampliación de la hipoteca es una posibilidad a la que se agarraron muchas personas y familias con una delicada situación personal. En otras ocasiones, esta posibilidad también se utiliza para desarrollar nuevos proyectos personales, beneficiándose de la mayor flexibilidad de actuación que les permite esta ampliación hipotecaria. En este artículo te ofrecemos información detallada sobre las ampliaciones de hipotecas, sus alternativas y sobre cuándo se debe pedir una ampliación de la hipoteca.

La ampliación hipotecaria también recibe el nombre de novación. Básicamente, se trata de un cambio en las condiciones del contrato que se firmó con el banco prestamista de la hipoteca. La finalidad es cambiar algunas condiciones: alargar el periodo de amortización de la hipoteca o, por otra parte, aumentar la cuantía del préstamo. No es la primera vez que hablamos sobre hipotecas y bienes inmuebles en nuestro blog ya que también tenemos los artículos sobre como calcular el IBI y sobre qué es el TAE en una hipoteca.

¿Ampliación de la hipoteca o rehipotecar?

Contar con una hipoteca no ejerce ninguna prohibición para poder solicitar otro préstamo hipotecario, aparte del que ya tienes. En esos casos, ¿qué es mejor? ¿Ampliar la hipoteca que tenemos o rehipotecar? Una ampliación de hipoteca supone una novación de las propias condiciones de la hipoteca, que resulta mucho más barato que suscribir una nueva o rehipotecar. Siempre es preferible realizar una ampliación de la hipoteca en la que ya estamos sumergidos, que solicitar una nueva o rehipotecar.

Los gastos de ampliar una hipoteca siempre serán menores que los gastos de rehipotecar, así como las gestiones que hay que realizar para proceder a la operación. Para la ampliación de la hipoteca, tan sólo habría que hacer uno: la novación. Sin embargo, para rehipotecar se debe cancelar la hipoteca antigua y proceder con la nueva, implicando mayores gestiones y también más gastos.

¿Cuándo debería pedir una novación?

Ahora que conocemos las consecuencias de una ampliación hipotecaria y las soluciones para proceder a la ampliación de la hipoteca, debemos preguntarnos cuándo debería pedir una novación, es decir, en qué casos merece la pena solicitar esa ampliación. Por norma general, atenderemos a dos casos:

• Cuando se va a solicitar una gran cantidad de dinero para poder adquirir un bien de gran valor o sufragar los gastos de alguna actividad en concreto, como puede ser la reforma de una vivienda o de un centro de trabajo, por ejemplo.
• Cuando la situación económica personal o familiar ha cambiado de manera que, previniendo que no podrá hacer frente a la hipoteca actual en el futuro, se recurre a la ampliación de la hipoteca.

¿Cuáles son los gastos de solicitar una ampliación de la hipoteca?

En general, existen tres tipos de gastos que has de afrontar a la hora de ampliar una hipoteca:

• Comisión por novación: El importe que el banco cobra por, simplemente, varias las propias condiciones del crédito a plazos. Normalmente, esta comisión por novación ronda el 1% de la cuantía que está pendiente de amortizar.
• Gastos de tramitación: estos gastos se dividen en varios apartados:

Gastos del notario: dependerán del propio valor de la novación. Normalmente, los gastos de notario suelen oscilar entre un 0,2% y un 0,5% del importe que resta por pagar.

Gastos de la gestoría: No existe una cuantía fija, pero no suele superar los 150 euros.

Gastos del Registro de la Propiedad: Normalmente la mitad de los gastos del notario.

Gastos de tasación: A veces no se aplican, ya que las entidades bancarias pueden tomar como referencia la tasación anterior de esa vivienda. De todas maneras, si no es así y se tasa de nuevo, el importe suele rondar los 300 euros.

• Pago del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (IAJD): Este impuesto está destinado a aplicarse en los casos que exista un aumento del importe del préstamo. Lo gestionan las Comunidades Autónomas, por lo que puede variar de una a otra zona, rondando habitualmente el 0,5% de la cuantía de capital que se aumenta en el préstamo hipotecario.

Otras alternativas a la ampliación de la hipoteca

Sin embargo, si estás pensando en ampliar la hipoteca debido a una situación personal delicada en lo económico, debes saber que estás cometiendo un grave error, en especial en los casos que esa situación no es excesivamente grave. Si lo único que te sucede es que llegas muy ajustado a final de mes o que tienes pequeñas deudas pendientes, debes descartar ahora mismo pensar en una ampliación de tu hipoteca. Para esos pequeños imprevistos o apuros que surgen en el día a día, conviene solicitar un préstamo personal en línea, destinados a, precisamente, solventar ese tipo de inconvenientes.

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